Solo en cuatro países hubo mayor participación foránea el año pasado. Sin embargo, este indicador decreció 41% en América Latina
Jueves 21 de Enero del 2010
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) publicó un informe en el cual, de los países latinoamericanos emergentes citados, el Perú fue el único que vio crecer su inversión extranjera directa (IED), que pasó de US$4.800 millones en el 2008 a US$6.200 millones en el 2009, un alza de 28,1%.
Así, el Perú es uno de los cuatro países del mundo cuya IED aumentó el año pasado. En Italia, subió 75,5%; en Alemania, 40,7%; y en Dinamarca, 3,2%.
AMÉRICA LATINA
La IED en América Latina cayó 41% en el 2009 con respecto al 2008, un retroceso que se hizo sentir aun con más fuerza en Brasil, reportó la agencia de noticias AFP. Si bien Brasil se mantuvo como el principal destino de la IED en la región, con US$23.000 millones, experimentó un retroceso de 49% con respecto al 2008.
México, segundo destino, registró una caída de 41%, con US$13.000 millones.
Las inversiones directas en el exterior, que incluyen las fusiones y adquisiciones, así como los capitales que circulan en los mercados y entre filiales de empresas, alcanzaron a nivel mundial en el 2009 un billón de dólares, contra 1,7 billones de dólares en el 2008, es decir, un 39% menos, según los cálculos de la UNCTAD.
La agencia de calificación de riesgos Moody’s señaló que América Latina y el Caribe mostraron una gran fortaleza ante la crisis financiera, por lo que —agregó— se encuentran en una buena posición para iniciar el 2010. “La región termina la crisis con relativamente poca deuda nueva, especialmente al compararla con otras partes más desarrolladas del mundo”, dijo Moody’s.
LAS CIFRAS
42,7% bajó la inversión extranjera directa en Argentina. En Chile la caída fue de 23% y en Colombia decreció 18,6%, reportó la Unctad.
US$1,4 billones alcanzarían las inversiones extranjeras directas en el 2010. En el 2011, llegarían a entre US$1,5 y US$1,8 billones.
35% cayeron las inversiones extranjeras directas en los países en desarrollo durante el 2009, tras seis años al alza.

INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA
Las presentes cifras sobre inversión extranjera se basan en las declaraciones de registro que presentan las empresas / inversionistas ante PROINVERSION, en cumplimiento de lo dispuesto por el artículo 19 del Decreto Legislativo 662, dicha información ha sido complementada con información de CONASEV y Registros Públicos, con el objetivo de tener un mayor acercamiento con la realidad.
La metodología está referida a los distintos tipos de aporte al capital social (incluyen reducciones y transferencias de participación) en las empresas establecidas en el país; es decir se trata de inversiones efectivamente realizadas. A diferencia de la información que es difundida por otras fuentes, estas cifras no incluyen flujos por préstamos, ni la valorización de mercancías u otros activos que no estén destinados al capital de la empresa local.
Cabe mencionar que, si bien el Decreto Legislativo Nº 662 establece la obligatoriedad del registro de inversión extranjera, no establece plazo perentorio como tampoco sanción alguna para quien no cumple con el registro.
Teniendo en cuenta lo anteriormente dicho, podemos indicar que al 31 de diciembre de 2009, el stock de inversión extranjera directa está en el orden de los US$ 18,840 millones.
LA INVERSIÓN EN EL PERÚ
Uno de los principales efectos de la liberalización y de la globalización de las economías,ocurridas durante los años 1980 y 1990, ha sido el creciente flujo de inversión extranjera. Estos movimientos no solo tuvieron lugar en las grandes economías, sino que también ocurrieron desde aquellas hacia países de menor desarrollo relativo.
El Perú no ha sido la excepción a estas tendencias internacionales. Los flujos de IED hacia el país se encuentran por encima del promedio de la región.
De una media anual de US$ 30 millones durante la década de 1980, la corriente de IED hacia el Perú superó los US$ 2.300 millones en la segunda mitad de 1990 (véase el gráfico 2). En 1996, el Perú figuró entre los diez principales países en desarrollo receptores de IED y, hacia 1998, los flujos de IED que entraron al país fueron los sextos en importancia enAmérica Latina.
Durante los años 1990, el sector servicios inició el punto de inflexión en la recepción de la IED, luego del lanzamiento del programa de privatizaciones. En dicho sector, se recibió inversiones de más de 30 países. Luego de ello, sin embargo, los nuevos flujos de inversión extranjera se dirigieron al sector minero. Por su parte, las telecomunicaciones y el sector energético atrajeron gran parte de los flujos de inversión extranjera durante los años 1993 y 1999. Sin embargo, la IED ha sido limitada en el sector manufacturero, en el cual el capital nacional ha desempeñado un papel más importante. Es necesario señalar, asimismo, que ha habido muy poca IED –e incluso muy poca inversión nacional– en el sector agrícola.
Esta evidencia muestra que se ha tenido éxito en atraer flujos importantes de IED, en gran medida, como resultado de los programas de privatizaciones y, recientemente, de concesiones, así como del potencial mineroç y de las políticas orientadas en función del mercado.
Sin embargo, el Estado peruano se ha desprendido ya de la mayoría de sus activos y resulta crucial generar nuevas formas de atraer IED hacia el país.
Para ello, es importante mejorar la capacidad tecnológica, no solo a través de la adquisición de las transferencias que puedan provenir de las empresas extranjeras, sino fundamentalmente de la innovación propia. En este aspecto, el capital humano y la calificaciónde la oferta laboral desempeñan un papel fundamental.
El marco actual de la inversión Luego de un período de pésimas condiciones para la inversión, desde inicios de 1990 ha ocurrido en el Perú un proceso de liberalización y de mejora del
clima de inversiones. La introducción de la Constitución de 1993 permitió el derecho a la propiedad privada, la libertad de comercializar en el exterior, las políticas competitivas de mercado y una serie de disposiciones explícitas en favor de la libre empresa.
Respecto del trato nacional, el Perú ofrece normas más elevadas que la mayoría de países de la región. Asimismo, ofrece garantías contractuales de trato nacional a los principales inversionistas extranjeros mediante convenios de estabilidad jurídica. En la
misma línea, en relación con la no discriminación, el Perú cuenta también con normas superiores a las de la mayoría de países de la región. De manera general, el régimen es positivamente evaluado en el exterior, toda vez que fomenta la no discriminación entre inversionistas locales y extranjeros, mantiene el trato nacional y permite la repatriación y la convertibilidad. En este respecto es comparable y, en algunos casos, superior a otros regímenes en la región. Asimismo, permite tanto la inversión extranjera nueva como la compra de activos públicos, con pocas restricciones sectoriales8 y solo límites mínimos para conseguir convenios de estabilidad
jurídica (UNCTAD 2000).
LA INVERSIÓN COMO FUENTE DE CRECIMIENTO ENDÓGENO
El documento plantea una estrategia en dos etapas con el fin de responder a la doble pregunta: ¿cómo atraer la IED hacia el país y, sobre todo, cómo generar tales vínculos con la economía local? La primera se encuentra relacionada con las condiciones necesarias para atraer los flujos de inversión extranjera hacia el país. La segunda se refiere a los mecanismos relevantes para generar vínculos entre dichos flujos de inversión y la economía local. Respecto de la primera etapa, es necesario reconocer que el éxito del Perú para atraer IED durante la década anterior se debió, en gran parte, al marco propicio para las inversiones creado en 1993. Asimismo,
la estabilidad macroeconómica y la abundancia de recursos naturales –y, en particular, mineros– constituyeron atractivos notables para los inversionistas extranjeros.
No obstante, existe un sinnúmero de aspectos de la economía en el país en los cuales es necesario trabajar con el objetivo de consolidar un clima favorable para la inversión. Si bien el aspecto macroeconómico es positivo, resulta fundamental reducir el déficit económico y el primario. Aun más importante es mejorar el clima para realizar negocios en el país. La
debilidad de las instituciones, la corrupción, la ineficiencia y alta burocracia de los organismos gubernamentales, así como la elevada inestabilidad jurídica, son aspectos negativos en los cuales es necesario trabajar. Las reformas institucional, judicial y del Estado son pasos importantes y, sobre todo, necesarios para atravesar el umbral entre el crecimiento de corto
plazo y su consolidación. Otro aspecto relevante es el relacionado con la debilidad de la infraestructura en el Perú. En un estudio publicado recientemente, el Instituto Peruano de Economía (IPE) estima que para cerrar la brecha en infraestructura de servicios públicos es necesaria una inversión de US$ 18.162 millones.15 Una infraestructura deficiente no solo implica un atraso relativo del país respecto de economías de similar dimensión, sino que no permite el desarrollo de otros sectores y, por lo mismo, constituye un desaliento importante para la entrada de inversión extranjera hacia el país. La situación de los puertos, aeropuertos y carreteras es aún incipiente y constituye un cuello de botella para el incremento de las exportaciones en el país.16 El proceso de concesiones de varios de estos activos es, en tal sentido, un paso importante. Sin embargo, quedan muchos aspectos en los cuales trabajar.
De otro lado, la baja productividad de la economía, medida por la productividad total de factores (PTF), no solo no permite el efecto de desbordamiento o adopción de la tecnología, sino que evita el ingreso de los flujos de inversión extranjera. La productividad en el país no solo no ha crecido, sino que incluso ha retrocedido en algunos períodos.17 Ello se ve reflejado en la poca calidad de la mano de obra y,consecuentemente, en la escasa competitividad del
país. Finalmente, es importante señalar también que se debe trabajar en la creación de una oferta de servicios de calidad que sirvan como proveedores de las actividades de las empresas extranjeras en el país. Ligado con ello, la penetración del crédito a las pequeñas y microempresas resulta fundamental.
En relación con la segunda etapa, los vínculos de la IED con la economía local pueden realizarse de dos formas. La primera es una interrelación directa con la fuente de las tecnologías y conocimientos (i.e., laIED que fluye hacia el país). La segunda se relaciona con la construcción de capacidades que permitan la absorción de dichos conocimientos y su uso eficiente.
Así, en un intento por delinear algunas pautas con el fin de mejorar los vínculos entre la inversión extranjera y la economía local, se señalan brevemente algunos puntos sobre los cuales trabajar:
a. Fomentar el establecimiento de conglomerados. No solo generar economías de escala, sino también un ámbito de interacción entre las empresas
extranjeras y locales.
b. Promover la inversión descentralizada. La inversión en zonas distintas de Lima es un tema prioritario. Asimismo, resulta importante diseñar mecanismos de participación local en el proceso de atención de los inversionistas, de forma que los pequeños empresarios locales puedan beneficiarse de las empresas extranjeras.
c. Dar importancia a la promoción de inversiones que contribuyan con el incremento del empleo
y la competitividad nacional. El beneficio de la inversión privada no solo debe verse reflejado en la creación de nuevos puestos de trabajo, sino que la capacitación y el entrenamiento resultan
fundamentales en una visión de largo plazo.
d. Incentivar la competencia para generar proveedores. Existe un importante potencial relacionado con la provisión de bienes y servicios intermedios, que, de ser aprovechado adecuadamente, permitiría mejorar la calidad de los productos ofrecidos.
e. Fomentar la asociación de inversionistas extranjeros con inversionistas locales. Se debe promover y establecer modalidades para asociar inversión extranjera y local, tales como concesiones y joint ventures.
f. Diseñar mecanismos de inversión en el sector de la pequeña y mediana empresa. Es importante diseñar mecanismos orientados a potenciar el sector de la pequeña y mediana empresa como uno atractivo para la inversión extranjera. De esta forma, la asociación con inversionistas extranjeros permitiría el desarrollo de este sector, así como una mejora en su competitividad.
g. Establecer alianzas estratégicas entre autoridades locales e inversionistas. Las asociaciones entre las autoridades de las distintas regiones del país y los inversionistas buscan crear redes de apoyo que comprometan a la IED con el desarrollo de tales localidades.
h. Articular los procesos de inversión de manera que se maximice su impacto en la economía. En la medida que se enlace la IED con el resto de la economía local, se maximizará su conectividad
con y su competitividad. Estos son solo algunos ejemplos de medidas que permitirían
generar vínculos entre los inversionistas extranjeros y la economía local. Sin embargo, no basta con ser actores pasivos en el contexto actual. En simultáneo con los vínculos que puedan crearse entre las empresas extranjeras y la economía local con el fin de absorber las nuevas tecnologías y los nuevos conocimientos, resulta importante construir las capacidades necesarias para sostener el crecimiento en el tiempo. De aquí surge la importancia de la integralidad de las políticas.
REGULACIÓN SOBRE LA IED
Mecanismos de atracción de inversiones (PROINVERSION)
No existen mecanismos específicos para atraer IED de ningún país. Hay mecanismos de difusión sobre las oportunidades de inversión.
El Perú atrae inversiones por las propias ventajas competitivas y comparativas, así como por sus regulaciones más abiertas.
Sectores prioritarios (PROINVERSION)
â El Plan “Invierte Perú” privilegia las inversiones de calidad: industria petroquímica, sector agrícola agroindustrial, acuicultura, tecnologías de la información y call centers, metalurgia, energía hidroeléctrica, infraestructura y forestal.
CONAM â La normativa es avanzada, pero persisten problemas de fiscalización. Se deben mejorar las capacidades técnicas, simplificar los procesos legales y tener una autoridad ambiental con la facultad de supervisar y sancionar.
La gran minería es muy atacada por el tema ambiental, pero es la que aplica los LMP y los estándares de calidad establecidos por organismos internacionales.
OSINERGMIN â Cuando el MINEN tenía la función de supervisión, habían demoras en la fiscalización, sanción y apelación. OSINERGMIN, tiene mayor capacidad y han mejorado los procesos de supervisión.
Se esta avanzando en la mejora de los instrumentos para la medición de la contaminación ambiental. Vienen revaluando el esquema de sanciones, y están estableciendo mayores obligaciones a las empresas en el caso de accidentes. Se esta desarrollando normativa que obligue a mayores responsabilidades en el tema de seguridad.
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